Visita al Museo Argentino del Títere

El Museo Argentino del Títere se fundó el 5 de noviembre de 1983, a partir de su primera exposición presentada en El Ateneo Popular de La Boca. Consistía en un "Museo Itinerante", con una exhibición de títeres del mundo, que constaba de un cargamento de doscientos muñecos de todas las técnicas, más de cincuenta afiches, y bibliografía especializada, con los cuales se realizaron más de cincuenta muestras itinerantes por todo el país.

Recién en agosto de 1996 el museo pasó a contar con una sede propia, en lo que fuera la casa natal de una de sus fundadoras, ubicándose en: Estados Unidos 802, ciudad de Buenos Aires.

Sus fundadoras fueron Sarah Bianchi (Profesora de Letras, artista plástica, intérprete teatral de teatro y TV) y Mane Bernardo (Profesora de Dibujo, Grabado y Escultura), quienes hicieron juntas adaptación y puesta de clásicos y experimentaron variedad de técnicas y posibilidades del teatro de títeres. Entre los principales objetivos se destaca el documentar y preservar la memoria de la actividad de titiriteros y compañías tanto argentinas como del resto del mundo, además de propiciar el intercambio y el debate enriquecedor entre colegas.

La primera y principal sala del museo fue bautizada con el nombre de Sergei Obrastzov, en honor al titiritero y dramaturgo considerado el más alto exponente del siglo XX por su trayectoria, quien sostenía que "por medio de la utilización de una caja de cerillas se puede hacer ver todo, excepto una caja de cerillas" (S. Obrastzov).

Teniendo en cuenta que el proyecto se iba tornando cada vez más necesario para la comunidad, puesto que la constante participación del público de la gente así lo requería, con el tiempo se fueorn agregando nuevas salas al pequeño y cálido museo. En 1999 se creó la sala "Moneo Sanz" y en diciembre de 2000 se incorporó la "Sala Latinoamericana: Lola y Mireya Cueto", en honor a dos titiriteras mexicanas.

A la vez, el museo cuenta con la sala de espectáculos "Federico García Lorca", con capacidad para 70 espectadores. Allí tienen lugar espectáculos para niños y adultos, realizados tanto por el elenco titiritero de la Fundación del museo, como por grupos invitados.

El museo posee también una biblioteca temática, abierta a la consulta de investigadores, estudiantes y público en general. Cuenta con más de 600 libros acerca de títeres y marionetas y más de 3.000 libros de cultura general (especialmente de teatro argentino, historia del teatro, escenografía, decorados, espacios escénicos y literatura).

Visita al museo



Para visitar al museo personalmente:

Horarios:
Martes, miércoles y viernes de 9.30 a 12.30 y de 15 a 18 hs.
Jueves, sábados y domingos de 15 a 18 hs.

Ubicación:
Estados Unidos 802, esquina Piedras, Ciudad de Buenos Aires.

Cultura popular e identidad: dos conceptos conflictivos

¿Qué les parece si revisamos algunos conceptos para poder apreciar la visita al Museo?

Cuando nos interrogamos sobre el término cultura, vemos que la lista de definiciones que aparecen son infinitas. Así, fue pensado desde distintas ramas del saber: la antropología y la sociología son ejemplos de ellas. Podría pensarse que, según la perspectiva del autor, el concepto tendrá un significado diferente. En líneas generales, podemos señalar que con el correr del tiempo el término se desplazó del plano individual -la idea de una "persona culta"- para ser concebido como fenómeno social.

Pero, ¿qué es, entonces, la cultura? ¿Y la cultura popular? Podríamos pensar algunas premisas para, luego, llegar a algunas definiciones provisorias sobre los términos.

En primer lugar, no puede pensarse la cultura por fuera de las relaciones de poder: la cultura es, en este aspecto, un campo de lucha entre aquellos que tienen y los que no poseen el poder. Tenemos aquí la eterna pregunta: ¿quién define lo que es cultura? Existen, por lo tanto, aspectos conflictivos en las relaciones entre "cultura culta" y "cultura popular". Históricamente, la segunda se ha presentado como sinónimo de ausencia de cultura: lo popular supone carencia de estilo, y únicamente puede definirse en relación a aquello que le falta. La cultura culta, en cambio, ha sido concebida en tanto auténtica cultura y, por ello, legítima. En síntesis, una primera aproximación consiste en pensar que la cultura no es un todo homogéneo sino que allí aparecen presentes las marcas de la dominación (aunque esto no signifique que los sectores populares no puedan resistir frente a aquello que aparece impuesto). La cultura se presenta como un espacio conflictivo: la lucha se produce en el plano simbólico.

En segundo lugar, ¿lo que hoy es considerado cultura popular puede serlo mañana? En respuesta a esta pregunta, puede señalarse que lo que sea popular dependerá del tiempo histórico en el que se inscriba.

Del mismo modo que el concepto de cultura y el de cultura popular son términos de debate, la noción de identidad también asume la misma característica.

Cuando hablamos de identidad hacemos referencia a un concepto relacional: no puede definirse si no existe un "otro", es decir, se presentan determinadas características propias de un grupo que son, por oposición, diferentes a las de otros grupos. Por eso se sostiene que todo discurso de identidad es un discurso de alteridad (el concepto alter significa "otro"). Miremos el siguiente ejemplo: en sus orígenes, el tango no era considerado como una práctica que definiera el ser argentino. Por el contrario, incidió el proceso de exportación de esa actividad ya que hizo que en Europa no solamente se expandiera sino que fuera una forma en la que desde allí se veía y comprendía a los argentinos. Entonces, fue esa mirada de los "otros" la que posibilitó, también, adoptar un elemento que constituía parte de la identidad argentina.

¡Veamos si nos ayuda a entender un poco más el próximo ejemplo!

Para reflexionar...

En nuestra visita al Museo Argentino del Títere hemos podido observar que la vitrina con el patrimonio más antiguo del museo exhibía unos grandes títieres en barra llamados "Pupi Sicilianos", ¿lo recuerdan?

Estos fueron los primeros títeres. La "Ópera del Pupi", según cuenta la historia, surgió en Sicilia, Italia, a principios del siglo XIX y tuvo un gran éxito entre las clases populares de la isla. Los titiriteros contaban las historias basándose, en la mayoría de los casos, en la literatura caballeresca medieval, en los poemas italianos del Renacimiento, en la vida de los santos o en la de los bandidos más famosos. Todos estos relatos eran de gran atractivo popular.

Los titiriteros siempre intentaban superarse en la interpretación de su arte y ejercían una gran influencia sobre su público. Antaño, estas representaciones se distribuían a lo largo de los temas del día. Esta forma de teatro reflejaba el sentimiento de pertenencia de los sicilianos y la concienca que tenían de su identidad.

El gran suceso de la "Ópera del Pupi" se mantuvo en Roma hasta finales del siglo XIX, mientras que en Sicilia, Campania y Publia continuó en auge hacia los años 50 del siglo XX, momento en el que entró en una profunda crisis como consecuencia de la competencia que ejerció la industria del espectáculo, el cine y la televisión.

La "Ópera del Pupi" fue inscripta en el año 2008 en la Lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.

Los Pupi en acción:
Ahora bien, ¿cómo se articula esta historia con los conceptos de identidad y cultura popular que estudiamos anteriormente? ¿Cómo fue variando la concepción de los Pupi como patrimonio cultural a lo largo de la historia? ¿Considerás que los Pupi pertenecen a la cultura “culta” o a la “popular”?

Te pedimos que escribas un comentario con un máximo de 10 líneas debajo de este post sobre estas preguntas. Al hacerlo, tené en cuenta el contexto en el que nace y el público al que se dirige la Ópera Pupi en sus orígenes, el hecho de que sea luego declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO, y, por último, la particularidad de que hoy en día esté exhibido en un museo local, tan lejos de la ciudad que los vio nacer.

En la próxima entrada seguiremos trabajando la identidad cultural a partir del análisis de otras fotografías que hemos tomado en nuestra visita al museo. De todos modos, no olvides dejar tu comentario en relación a la consigna anterior, así puede ser compartido con todos tus compañeros!

Ahora somos productores

En las entradas anteriores señalamos ciertas aproximaciones a los conceptos de cultura, cultura popular e identidad.          

Ahora, te proponemos que mires estas fotografías tomadas del Museo Argentino del Títere y que pienses en relación a los siguientes interrogantes:

·         ¿En qué época pensás que fueron creados cada uno de  estos títeres?
·         ¿Se asemejan a la representación que tenés de los títeres?
·         ¿Quiénes suponés que los producían y en qué espacios creés que fueron utilizados? ¿Cuál es para vos el objetivo que tenían esas producciones?
·         ¿De qué materiales están hechos?
·         ¿Percibis que todos tienen el mismo nivel de elaboración?
·         ¿Considerás que todos ellos son patrimonio cultural?
·         ¿Pertenecen todos ellos a la cultura “popular” o a la “alta” cultura?







Por último y en función de todo lo que has podido analizar, te proponemos que realices tu propio títere. Qué materiales utilices, el modo en que lo elabores, el fin para el cual lo pienses y cómo lo presentes a tus compañeros, necesariamente nos volverá a hacer reflexionar sobre aquello que es la cultura y las tensiones que su definición conlleva. ¡Esperamos disfrutar de tus creaciones en la próxima clase! Te pedimos, también, que traigas una fotografía de tu títere para poder compartirla, luego, en el blog. ¡Éxitos!